Por una parte, hay algunos profesores que, como reminiscencia del antiguo método de gramática-traducción, se pasan la clase entera explicando reglas gramaticales: formación y uso de los tiempos verbales, listas de verbos irregulares, colocación de los adjetivos, la pasiva, etc., que hacen 'aprender' de memoria a sus alumnos y luego practicar con lecturas, ejercicios, etc.
Por otra parte, están los que, basándose en las teorías de Krashen sobre adquisición de la lengua, centran la clase exclusivamente en la práctica de las cuatro destrezas: comprensión y expresión oral y comprensión y expresión escrita y prescinden totalmente de la gramática. En síntesis, Stephen Krashen afirma que una lengua no se 'aprende', sino que se 'adquiere'. Para Krashen la adquisición es un proceso inconsciente, idéntico en sus aspectos básicos al proceso seguido por el niño para adquirir la lengua materna, mientras que el aprendizaje es un proceso consciente que resulta en “conocimiento sobre el lenguaje”, pero no en producción natural o espontánea de lenguaje. Krashen afirma que lo que se aprende no puede “adquirirse”. Para Krashen, los dos procesos operan de forma separada, sin posibilidad de transferencia de uno a otro (relación non-interface). En otras palabras, ambos tipos de conocimiento se almacenan en nuestro cerebro por separado, relacionándose el uno con el otro sólo en el momento de la producción, por medio de un mecanismo regulador que él llama Monitor.
En mi opinión, sustentada por la experiencia de más de 50 años dedicado a la enseñanza del inglés, ninguno de los dos métodos puede decirse que sea idóneo al cien por cien:
Es obvio que la explicación exhaustiva de la gramática, como único recurso, no lleva al alumno a dominar un idioma, y el método gramática-traducción se abandonó hace muchos años, aunque es verdad que hay curiosas excepciones de personajes de gran prestigio, como el escocés, James A.H. Murray (1837-1915), principal editor de
The New English Dictionary on Historical Principles, más tarde retitulado The Oxford English Dictionary (OED), que consiguió defenderse en varios idiomas, vivos y muertos, sólo con leer la Biblia en cada idioma, pero esto es puramente anecdótico.
Por otra parte, pretender que el estudio o consulta de la gramática de una 2ª lengua resulta totalmente superfluo, y el alumno adquiere las reglas gramaticales al mismo que tiempo que adquiere la lengua, como hace el hablante nativo me parece utópico por el momento, en países como España. Por supuesto, no niego que sería lo ideal, pero hay que tener en cuenta que el nativo escucha su lengua materna todo el día, exceptuando las horas de sueño y, aún así tarda al menos dos o tres años para hablarla con soltura y al menos otros dos o tres años más, para escribirla correctamente.
Es importante, por supuesto, dar al inglés la condición de 2ª lengua y nunca de lengua extranjera y dedicar el mayor número de horas posible a su adquisición, practicándolo diariamente, tanto en el colegio, como en la propia casa. No se puede pretender que el alumno domine la lengua inglesa, con sólo dos, tres o, como máximo, cuatro horas de clase a la semana.
Pero, dada la situación actual, podemos preguntarnos qué papel juega la gramática en todo este proceso. ¿Debemos los profesores explicarla, o pasar totalmente de ella? Para mí, la explicación puntual de aspectos gramaticales por parte del profesor y la consulta de los alumnos por su cuenta de un libro de gramática contrastiva, sigue siendo útil y necesaria, siempre que se haga como refuerzo de la destreza correspondiente. En mi experiencia, una breve explicación, en español, de un punto gramatical concreto es siempre de gran ayuda para reforzar y consolidar lo que se va aprendiendo con la práctica intensiva de las destrezas, ahorra mucho tiempo, evita muchas equivocaciones y los alumnos lo agradecen. Es verdad que, con la práctica, el alumno llega a conocer una regla gramatical y a usarla bien. Os doy un ejemplo: a fuerza de práctica, el alumno llega a asimilar que el subjuntivo español de mandato: "quiero/me gustaría, etc. que hagas esto o lo otro", equivale en inglés a la construcción 'acusativo + infinitivo': "I want/I'd like, etc you to do this/that", etc. Sin embargo, emplear un minuto en clase para explicar esta regla a los alumnos cuando la ocasión lo requiera no es, en mi opinión, perder el tiempo, sino ganarlo. Naturalmente, hay que saber hacerlo, y la motivación juega aquí un papel primordial. No olvidemos nunca que el profesor 'ayuda' al alumno a aprender lo que el alumno 'quiere' aprender. Cualquier otro planteamiento sí que puede ser una pérdida de tiempo.
En resumen, la cuestión de enseñar o no gramática en clase está abierta a debate aunque, a mi modo ver, la clave está, como tantas otras cosas en la vida, en un 'término medio'. ¿Enseñar o explicar gramática en clase?, sí, pero a pequeñas dosis y cuando venga a pelo para consolidar un punto gramatical concreto, que pueda presentar alguna dificultad por la diferente estructura en los dos idiomas, y la mejor manera de hacerlo es contrastando las construcciones en ambos idiomas e ilustrando luego la regla con un ejemplo adecuado. ¿Recomendar a los alumnos que hagan algún ejercicio gramatical en casa, consultando una gramática contrastiva en caso de duda?, sí, pero también a pequeñas dosis y no mezclando nunca en el mismo ejercicio dos dificultades distintas.
En resumen, la cuestión de enseñar o no gramática en clase está abierta a debate aunque, a mi modo ver, la clave está, como tantas otras cosas en la vida, en un 'término medio'. ¿Enseñar o explicar gramática en clase?, sí, pero a pequeñas dosis y cuando venga a pelo para consolidar un punto gramatical concreto, que pueda presentar alguna dificultad por la diferente estructura en los dos idiomas, y la mejor manera de hacerlo es contrastando las construcciones en ambos idiomas e ilustrando luego la regla con un ejemplo adecuado. ¿Recomendar a los alumnos que hagan algún ejercicio gramatical en casa, consultando una gramática contrastiva en caso de duda?, sí, pero también a pequeñas dosis y no mezclando nunca en el mismo ejercicio dos dificultades distintas.
Coincido contigo, Paco.
ResponderEliminarLa enseñanza de la gramática son los cimientos, pero sólo con ellos no tienes una casa.
Respecto a la poca destreza lingüística de los estudiantes, como dice Malcolm Gladwell, hacen falta aproximadamente unas 10,000 horas de práctica para alcanzar maestría en una disciplina, y, en mi opinión, es muy cierto.
Por supuesto, eso no es una regla fija. Simplemente una aproximación y, dada mi experiencia con la lengua inglesa, lo corroboro. Si realmente quieres estar al nivel de un hablante nativo, necesitarás eso o más.
Es por eso precisamente, por no darse las condiciones de poder estar inmersos en el inglés el número de horas suficiente, por lo que la enseñanza de la gramática se hace necesaria como complemento imprescindible.
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